El triángulo del aprendizaje
El triángulo del aprendizaje es un modelo pedagógico propuesto por el doctor Isauro Blanco donde se concibe al aprendizaje como un triángulo equilátero compuesto por los factores, cognitivo, socio-emocional y fisio-neurológico.
La integración de estos elementos tienen el mismo peso e importancia en el proceso de anclar el conocimiento en cualquier persona, de modo que lo ideal es que se encuentren bien integrados y coordinados entre si, la ausencia de uno de estos factores o la inestabilidad de cualquiera de ellos repercutirá en el proceso de aprendizaje del alumno.
El factor cognitivo describe las habilidades intelectuales como ingrediente principal de este lado del triángulo. El papel del alumno en este modelo debe ser proactivo dentro de un ambiente escolar donde no solo se preocupe por cubrir sus programas académicos sino en estimular a sus alumnos para que desarrollen su inteligencia, que sean capaces de sintetizar, reflexionar, formar juicios críticos, fomentar la creatividad y la solución de problemas.
El factor socio-emocional, tiene su centro de control en el sistema límbico del cerebro y condicionan la capacidad del pensamiento del ser humano. Estos factores se enfocan en la autodisciplina y equilibrio emocional. Cuando el niño aprende no hace uso de su cerebro solamente, sino que hay una serie de elementos sociales y emocionales que promueven o bloquean el funcionamiento intelectual.
Por último los factores fisio-neurológicos, se relacionan con la parte física de la experiencia. Una alimentación adecuada, un estado de salud óptima, un excelente período de descanso, un entorno adecuado y enriquecido son esenciales para el aprendizaje.
Todos los niños, adolescentes y adultos pueden aprender a ser inteligentes. Aprender a aprender significa aprender a pensar en forma autónoma para generar y construir su propio conocimiento.
Con información de: blog.asc.education