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¿En qué momento inicia la vida de una nueva persona?

La vida humana comienza desde el momento de la fecundación, es decir, de la unión del óvulo de la madre con el espermatozoide del padre, posterior a una relación sexual.

Desde el primer contacto y fusión de las membranas plasmáticas del óvulo y del espermatozoide, se inicia un proceso de desarrollo continuo de una nueva vida humana genéticamente diferente a su madre y su padre llamado en esta etapa “cigoto humano”.


Durante toda la etapa embrionaria, el desarrollo es continuo, siempre y cuando no exista una intervención externa, se presentarán distintas etapas coordinadas unas con otras, cuyo orden no se altera.

Esta nueva persona posee material genético distinto al de sus padres y al de cualquier otro ser humano. Así mismo, la vida de esta nueva persona es autónoma: ella, por sí sola, coordina su crecimiento y desarrollo, es decir, posee la fuerza interior que le permite crecer y desarrollarse por sí misma durante nueve meses de vida intrauterina, y después de su nacimiento todos los días de su vida hasta la muerte. Claro que este pequeño cigoto (que después será embrión y feto) es dependiente, lo que implica que necesitará del cuerpo de su mamá, de los nutrientes y del oxígeno que ella le aporta para poder crecer y desarrollarse durante los 9 meses del embarazo. Esta necesidad es similar a la que tiene un niño recién nacido de ser cuidado por sus padres, pues si bien es autónomo (su crecimiento y desarrollo dependen de él), sigue necesitando de alguien más, sea su madre o algún adulto que lo alimente, lo cubra y lo cuide durante esta etapa de su vida, pues de otra manera, no podría sobrevivir.


En general, podemos identificar 3 estadios en el desarrollo embrionario de toda persona:

  • cigoto (desde la fecundación y durante el primer día de vida)

  • embrión (desde el segundo día de vida hasta la octava semana de vida)

  • feto (desde la octava semana de vida hasta su nacimiento).


El cigoto es un ser humano constituido por una sola célula que en su interior contiene toda la información y la capacidad necesaria para desarrollarse y dar lugar a diferentes etapas del desarrollo durante nueve meses hasta su nacimiento.


Una reciente investigación realizada en el Reino Unido, demuestra cómo el cigoto humano dirige de manera autónoma su propio desarrollo desde los primeros momentos de su vida, incluso cuando no está en el vientre de su madre. El cigoto, conformado inicialmente por 1 sola célula recién formada, sabe precisamente lo que debe hacer después de la concepción, independientemente de si recibe o no señales del útero de la mujer, es decir, que el “cigoto humano” es un “ser vivo autónomo”.


Así mismo desde el primer instante posterior a la fecundación, se desarrolla un diálogo intermolecular entre el cigoto y su madre. El cigoto debe atravesar las trompas uterinas de su madre para llegar a la capa interna de útero llamada endometrio y ahí implantarse. Durante estos días, el cigoto y después embrión, envía avisos moleculares y la madre responde, produciendo varias sustancias que permiten su crecimiento y le proporcionan toda la vitalidad que necesita porque, durante los 5 primeros días de vida, no dispone de más energía que la guardaba en el óvulo.


Además, este diálogo intermolecular entre la madre y su hijo evita que el sistema inmunológico de la madre, considere al embrión como un ente extraño y lo ataque, como haría nuestro cuerpo ante una infección causada por un virus o una bacteria. Esto se conoce como tolerancia inmunológica.


En resumen, las características del cigoto-embrión-feto humano son las siguientes:

  1. Es una persona viva, única e irrepetible.

  2. Es un individuo de la especie humana que en cada célula tiene 46 cromosomas.

  3. Tiene su propio material genético que es distinto al de su madre y su padre, y al de cualquier persona que haya existido en toda la humanidad.

  4. Vive en un desarrollo y crecimiento continuos desde la fecundación y hasta la muerte natural, sin saltos cualitativos, sin interrupciones, de forma gradual e irreversible.

  5. Es autónomo, es decir que por sí solo coordina todo su crecimiento y desarrollo.


El tema del inicio de la vida no es cuestión de dogmas, sino que la ciencia lo ha afirmado desde hace muchos años. Varios científicos destacados a nivel mundial afirman que desde el momento de la fecundación existe una nueva persona humana. Tal es el caso del padre de la genética moderna, el francés Jérôme Lejeune (1926-1994), quien pasó a la historia como el descubridor de la anomalía cromosómica Trisomia 21 (que permite el diagnóstico del Síndrome de Down) y fuera uno de los más importantes genetistas del siglo XX. El defendió, con argumentos médicos, la existencia de la vida desde el momento de la concepción y rechazó el uso de términos como “pre-embrión”.




El Premio Nobel de Medicina 2012, el Dr. Shinya Yamanaka, también es un defensor de la vida humana desde la fecundación. A través de sus investigaciones, el Dr. Yamanaka logró la creación de células que se comportan de manera idéntica a las células de los embriones, sin tener que destruir embriones humanos. El Dr. Yamanaka era profesor asistente de farmacología y realizaba investigaciones con células de embriones. Por invitación de un amigo, acudió a una clínica donde se almacenaban embriones humanos y al mirar en el microscopio a uno de ellos, su carrera científica cambió: “Cuando vi el embrión, de repente comprendí que sólo había una pequeña diferencia entre el y mis hijas”, declaró el reconocido doctor, y padre de dos hijas. “Pensé: no podemos seguir destruyendo embriones para nuestra investigación; debe haber otra manera.”



Fuente:

Laris, R. (2020). Abrazo de amor: El privilegio de educar en una sana sexualidad (2020th ed.). ISFEM. https://www.aciprensa.com/pdf/ABRAZO_DE_AMOR_Vr8.pdf


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