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La alfabetización digital, clave en una nueva forma de enseñar y aprender.

La Real Academia Española (RAE) define la palabra “alfabetizar” como la capacidad para enseñar a leer y escribir a alguien. En una sociedad en la que priman las tecnologías de la información y comunicación, este término ha quedado obsoleto; ahora debemos hablar de alfabetización digital, un proceso imprescindible para adquirir las habilidades necesarias para ser competente en el uso de las nuevas tecnologías y una de las principales tendencias en educación. Al fin y al cabo, hemos llegado a un punto en el que la relación entre esa área y la tecnología es simbiótica, es decir, se retroalimentan y no hay vuelta atrás.

La alfabetización digital es la capacidad de una persona para realizar diferentes tareas en un ambiente digital. Esta definición genérica engloba muchos matices, ya que incluiría la habilidad para localizar, investigar y analizar información usando la tecnología, así como ser capaces de elaborar contenidos y diseñar propuestas a través de medios digitales. Debe entenderse no sólo como un medio, sino también como una nueva forma de comunicación y de creación y comprensión de la información.


La alfabetización digital tiene varios niveles que van desde el más básico -habilidades elementales como saber publicar en Instagram-, pasando a uno intermedio -en el que usamos la tecnología para mejorar nuestra vida o ser más eficientes, como aprender a programar en Facebook- y uno superior de creación de contenidos digitales propios.

La alfabetización digital plantea una nueva forma de enseñar y aprender, donde la repetición de conceptos y el docente como protagonista dejan de tener sentido. Las TIC van parejas a la creatividad, la innovación y la participación activa de los alumnos.


Estudiosos de la alfabetización digital y mediática apuntan tres posibles abordajes educativos a este aprendizaje competencial. El primero de ellos parte de la protección mediática de colectivos vulnerables (como pueda ser el de la infancia) por parte de terceros. El segundo, de la inclusividad de los medios en las vidas de los estudiantes, convertidos en analistas de sus contenidos informativos y de las formas que estos adoptan. Y el tercero, de lo que se ha venido a llamar perspectiva participativa de la alfabetización digital.


Otro método que se ha erigido como el más popular, por efectivo, parte de la voluntad de hacer de los alfabetizados no sólo receptores de información, sino también emisores. Se puede implementar en las clases (a través de la transversalidad a la que obliga la existencia de una asignatura curricular destinada a su enseñanza) a partir de los siguientes consejos:



  • A través de metodologías como el aprendizaje por proyectos, plantea situaciones y ejercicios en los que tu alumnado se vea obligado a buscar y cotejar información para asumir los objetivos que les plantees. De este modo, desarrollarán su sentido crítico y capacidad para discernir la validez de una información frente a otra.

  • Plantea debates sobre una u otra cuestión que requiera preparación propia. Así incentivar no solo la búsqueda de información, sino su contextualización en un discurso ordenado cuya solidez se verá puesta a prueba durante el desarrollo del mismo debate.

  • Aprovecha la popularidad que las cápsulas informativas multimedia (desde videos de YouTube u otras formas de narrativa digital hasta blogs) tienen entre el alumnado para que entreguen algunos de sus ejercicios en estos formatos relacionados con las TIC. Su elaboración, ya sea individual o en equipo y de forma colaborativa, implica para ellos conocer cómo se construye un mensaje y cómo la forma que adopta afecta al modo en el que se percibe su contenido.

  • Analiza estos últimos posibles ejercicios no solo contemplando su adecuación respecto a la materia en la que se integren, sino también sus características mediáticas. Más allá del peso que este último aspecto tenga en su valoración curricular, permitirá a tus alumnos conocer cómo se construye un mecanismo mediático, abriéndose la puerta a desarrollar su sentido crítico tanto dentro como fuera del aula.


Ventajas de la alfabetización digital en el aula.


  • Mayor interacción en clase. Como la alfabetización digital predice que el aprendizaje impregna lo que los estudiantes experimentan fuera de clase y en sus realidades, la participación en las actividades curriculares aumenta.

  • Protagonismo de los alumnos. La alfabetización digital permitirá a los estudiantes tener un sentido crítico para el uso de los medios digitales. Como consecuencia de este proceso, hay una integración colaborativa del proceso de aprendizaje: el estudiante participa activamente en su viaje y con eso crea un resultado de conocimiento más complejo y completo.

  • Enseña con profundidad. Como se mencionó, esta propuesta potencia actividades que toman en cuenta la realidad de los estudiantes y permite que participen de una manera más práctica. Por tanto, también hay una complementación de contenidos, además de formas diversificadas de búsqueda de conocimiento.

  • Prepara al alumno para el nuevo contexto sociocultural. La alfabetización digital prepara a los estudiantes para la realidad digital, sus desafíos, potencial, riesgos y beneficios. Así, al ser parte de esa alfabetización, los alumnos aseguran un uso más consciente de la tecnología y con posibilidades de transformación más allá del aula.

  • Desarrollo de habilidades y competencias. La alfabetización digital también promueve el desarrollo de habilidades relacionadas con las demandas de las habilidades del futuro. La creatividad, la capacidad de argumentación, el trabajo colaborativo, la resiliencia ante situaciones atípicas, la construcción del pensamiento crítico, la resolución de conflictos, entre otras cualidades, están en la lista durante este proceso.

  • Desarrollo personal. En la medida que el estudiante esté más motivado e integrado en su relación con los estudios, también desarrollará habilidades cognitivas para construir su repertorio y autoconocimiento.

  • Desarrollo docente. Además de todos estos beneficios dirigidos a estudiantes, docentes y agentes educativos también ocupan un lugar destacado en la alfabetización digital. Estos profesionales, que están en contacto directo con las demandas de los estudiantes, se actualizarán y asegurarán una participación efectiva en la dinámica de la vida online.




Hoy se impone un modelo que empuja a continuar aprendiendo para no perder atractivo en el mundo laboral. Con el rapidísimo avance de las tecnologías hay que estar constantemente al día. Surgen nuevos descubrimientos, nuevos productos, se hacen reflexiones en relación con la sociedad y lo que aprendiste en el colegio y en la universidad hace años ya no es suficiente para estar al día con los cambios.



Lic. Raúl Reyes Salas.

Administrador General.

Comunidad Educativa Jean Piaget de Poza Rica.

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